martes, 23 de septiembre de 2014

Mariposas caníbales.

Vengo con cien orgasmos encerrados en el pecho
que no serán si no es contigo.
Vengo con relámpagos y truenos
pero sin gota de la lluvia que esperaba.

Vengo con rimmel en el bolso y el pintalabios guardado
por el miedo de saber cual se irá antes.
Vengo indefensa y llevo llorando desde el martes,
hoy me he lavado la cara y me he decidido a escribir.

Vengo con una ilusión gastada que reluce como nueva,
que es una jaula llena de dudas, con las puertas abiertas.
Vengo con la sonrisa triste del que espera 
con la cena agridulce de ayer en el sofá
cuando me imaginaba contigo
pero no esperabas en el portal.

Vengo con el pelo mojado y las manos llenas de sangre.
Fuera diluvia, para variar
y anoche no paré de rascar viejas heridas
mientras repetía y repetía
que tu olor era especial,
y que no iba a ser igual.

Vengo con cien promesas y mil canciones
y muchos libros de poemas en la mochila.
Con un cuaderno repleto de borradores,
y sin los papeles que perdí algún mediodía.
Hace ya muchos años.

Vengo, con todo lo mío y sin lo puesto
en crudo, y esperando una respuesta, creo.
Vengo, no sé de dónde pero vengo
y mucho menos estoy segura de a dónde voy.


¿Vienes?





Me faltan detalles que he de concretar .