jueves, 27 de diciembre de 2012

Días rojos de soñar algo mejor.


Por todas esas broncas que se van a solucionar con un beso y una sonrisa, por todas esas tardes de domingo que pasarán a oler bien, por esos horribles días rojos que se arreglarán con un "Ya mismo voy, espérame".

Y esas noches que se harán infinitas, pero que se pasarán como un instante. Por los días en el sofá sin hacer nada, viendo a esos idiotas que nos hacen reír, y que me hagas cosquillas hasta que yo me enfade y te pida por favor que pares, que ya me empiezo a quedar sin respiración, y me mires y te quedes completamente quieto, observándome hasta que me sonroje.

Por dejar de lado todos los tópicos, por ver "El club de la lucha" en lugar de "El diario de Noah", por escuchar a Johnny Cash en lugar de a Pablo Alborán, y regalarme chuches en lugar de flores, y sonrisas en lugar de bombones.

Por correr hasta quedarnos sin fuerzas perdidos por las calles del centro, gastando bromas a la gente que se ha olvidado ya de qué era reír. Por decidir viajes en el momento, coger un tren y largarnos donde sea. Por no quererte mucho, por quererte bien, y que tú me quieras bien.

Por equivocarnos, cagarla, ir demasiado deprisa o demasiado lento, mirarnos de reojo sabiendo que ninguno de los dos sabemos a donde vamos, con miedo a ser felices. Por disfrutar del miedo, de los errores, aprovechar cada vez que nos tropecemos para hacernos más y más fuertes.

Por no visitar nunca un juzgado, ni firmar estúpidos papeles para declarar nuestro amor, por camisetas tuyas en lugar de vestidos blancos y chupas de cuero en lugar de traje y corbata.

Por encontrar la azotea perfecta para pasar una noche entera entre cervezas y guitarras. Porque yo te dé la lata con Quique González hasta conseguir que te guste, o al menos me digas eso para que me calle, y me acompañes a los conciertos, y tú hagas lo mismo con... ya sabes con quién. Y discutamos en lo que no estemos de acuerdo, y hagas lo imposible para hacerme rabiar, y me quede sin argumentos, porque tú siempre has sido más bueno en eso que yo...

Porque me acompañes hasta casa sólo porque quieres asegurarte de que llego bien, porque me llames cada vez que notes que algo va mal. Por esa dificultad que tienes para hablar de tus sentimientos, y esa cara de tonto que se te pone cuando sube la temperatura de la conversación, y te da vergüenza, pero quieres seguir, y me hace tanta gracia que te comportes como un niño pequeño...

Por los juegos, por la diversión, por sacarle la lengua a los problemas de fuera, por luchar por lo que queremos, por ayudar, por regalar sonrisas y carcajadas por el metro de Madrid, y hacer locuras, vivir deprisa, gritar hasta quedarnos sin aliento, cantar nuestras canciones favoritas, susurrarnos las más especiales.

Porque me aguantes diciéndote mil veces que no te afeites la barba y que no te corten tan corto el pelo en la peluquería. Porque no me acompañes a comprar ropa, me acompañes a perderme en el rincón más mágico de Madrid. Y cures todas mis paranoias y mis fantasmas, y yo cure los tuyos.

Dicen que la mejor forma de olvidar a alguien es convertirlo en literatura. Pero a veces, también la necesidad de escribir sobre alguien, supone todo lo contrario.

Por que me digas tu nombre, y quieras hacer todo eso conmigo. Hasta entonces, encantada de no conocerte.
 


 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Posiciona prioridades.


Ojalá llegue un punto en la vida de todos en el que perdamos algo que creamos que es muy valioso. Ojalá, y así nos demos cuenta de que no es para tanto, de que nada es para tanto. Nos creamos un mundo inventado que no existe en realidad, basado en unos cimientos que están hechos de nubes, que no valen para nada, que se pueden esfumar y hacernos creer que hemos perdido el juego. Cuando en realidad no es así, cuando en realidad tenemos unos cimientos mucho más fuertes de los que creemos.
No dejes que jamás nadie te diga que no puedes cambiar el mundo, que no lo vas a conseguir, que no merece la pena. Porque miente.

Que cualquier cosa puede sacarte una sonrisa en una mañana fría, en una noche triste, en un atardecer melancólico. Que solo tenemos que estar dispuestos a sonreír, y las pequeñas cosas, los gestos bonitos, vendrán corriendo a ayudarnos a pasar el mal trago. Las palabras adecuadas de una persona, los chistes que te sacan una sonrisa cuando estás a punto de llorar, los abrazos a fuego, las miradas de cariño... 

Que siempre va a ser un buen momento para tomar un café con alguien interesante. Sin darle tantas vueltas, sin tantos imperativo, sin tanta normal social que lo único que hace es joder el contacto humano.

Si te apetece háblame, si quieres matarme con la mirada, adelante. Si tienes ganas de invitarme a un café y charlar, si necesitas un simple abrazo... corre, pídelo. Ojalá eso que llamamos "espíritu navideño" se sostuviera todo el año, porque aunque sea por una falsa ilusión durante un puto mes al año, hace a las personas más cariñosas, más sensibles... más humanas.

Dejemos de quejarnos por el dinero, por los móviles, por el coche, por el trabajo.... busquemos más allá de todo eso, que aún hay muchísimo por descubrir.

Pero qué vais a saber vosotros de magia, que creéis que la navidad es sólo un cuento para contarle a los niños.


En estos días raros, de lunes confundidos y amores reciclados.

lunes, 10 de diciembre de 2012

"Pensamos demasiado y sentimos muy poco"

Queridos Reyes Magos...

Como ya sabéis, se acercan esas fechas en las que todo el mundo empieza a pediros cosas, después de haber estado todo un año pasando de vosotros. Tranquilos, es un comportamiento muy humano. El interés.

Yo, este año, os voy a hacer una carta porque de verdad que necesito que me ayudéis en varios temas.

Para empezar, quiero que el frío de este año sea sólo exterior, que tirite yendo por la calle, pero que por dentro no haga frío, no cale. Quiero que me regaléis ilusión por un año que, para mí, será como empezar de 0...ya sabéis, lo del fin del mundo... Podemos ver el lado positivo.
También me gustaría que me devolvierais a la Maka de 10 años con una sonrisa en la cara, recién llegada a Madrid, que se conformaba con un peluche como regalo de cumpleaños. Porque no se podía más... y porque no es necesario más.
Quiero que me deis un poquito más de fuerza para poder ayudar a la gente por la que sufro, no me gusta eso de la impotencia, de la cobardía, lo vamos a dejar todo en el 2012, ¿vale?

Ya que os ponéis, quiero más sonrisas a mi al rededor, quiero sentir que la gente que tengo al lado está feliz, porque no veáis como se contagia de rápido la tristeza en este mundo de locos. Vosotros, con suerte, estaréis apartados de todo ese caos, pero creedme que es agotador. No quiero más tristeza por comodidad. Quiero cambiar lágrimas por carcajadas, empujones por abrazos, pasos que se alejan por manos que se acercan, odio por amor, belleza física por luz interior.

Que huir no sea ninguna solución posible, que enfrentarse a los miedos sea el reto mas desafiante que queramos aceptar. Que la amistad esté por encima de toda la hipocresía del mundo. Que triunfen los artistas que tienen algo que decir, que tienen emociones que transmitir. Que la gente lea más poesía y menos best-sellers de moda. Que escuchen música que les mueva la piel de verdad, y no lo que le pongan.

Quiero que me ayudéis a cambiar el mundo, quiero cambiar conformistas por luchadores, amargados por gente que quiere ser feliz, estafadores por honestos, cuerdos por locos, hijos de puta por buenas personas. Sé que es posible, pero también sé que sola no puedo conseguirlo.

Lo único que pido para esta Navidad, para este invierno y para el año que va a empezar en él, es que la gente deje de pensar tanto y empiece a sentir, que tanto conocimiento no nos haga vacíos, que el desarrollo no se coma a los seres humanos. Que las personas recuerdes las palabras solidaridad, empatía y amor. En definitiva, más personas y menos gente.

A lo mejor estoy loca por querer tantas cosas, a lo mejor... pero no me importa estar loca en este mundo lleno de cuerdos tristes que no hacen más que llevar a rastras una vida que odian por miedo al cambio.


Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.


Chaplin tiene un mensaje para todos, y desde 1940 hasta 2012, no hay momento más indicado que ahora para hacerle caso.