Pero era un juego, un juego que no conseguí ver a tiempo, pero no importa, más vale tarde que nunca. Ahora yo te digo que ya lo sé, y que si todo es un juego yo también pienso jugar, así que vale, juguemos, pero juguemos a ganar ya que estamos. Vayamos a por todas, siempre con la sonrisa puesta y a ver quién de los dos se rompe antes, a ver quién cae de la nube y se parte los huesos en menos tiempo. Ahora lo entiendo, todo era demasiado bonito, siempre lo es cuando es mentira, siempre lo es cuando te sientes estúpidamente especial.
Pero hoy el tiempo se ha cambiado, ha venido a visitarme y me ha contado la verdad, así que ya no tienes por qué fingir, podemos seguir con el teatro si quieres, siempre me gustó la interpretación, pero no creas que vas a jugar más solo, ahora estamos en igualdad de condiciones, o al menos cuando se me hayan cerrado las heridas.
En el fondo, cuando pasen muchos años, o muchas vidas de esto, la rabia desaparecerá, y quedarán las palabras bonitas, tantas palabras y tantas miradas, deseando con toda el alma que fueran sinceras, que por lo menos en eso no mintieras.
Me dicen que es un juego, y que hay que jugar o pierdes la partida, así que juguemos, juguemos hasta matarnos, no creo que estemos muy lejos.
Tu sabías que aquello no saldría bien y aún así te metiste de lleno, ahora no hay lugar donde puedas estar suficientemente lejos.
Habrá sido igual con todos los demás que vinieron detrás...