jueves, 27 de diciembre de 2012

Días rojos de soñar algo mejor.


Por todas esas broncas que se van a solucionar con un beso y una sonrisa, por todas esas tardes de domingo que pasarán a oler bien, por esos horribles días rojos que se arreglarán con un "Ya mismo voy, espérame".

Y esas noches que se harán infinitas, pero que se pasarán como un instante. Por los días en el sofá sin hacer nada, viendo a esos idiotas que nos hacen reír, y que me hagas cosquillas hasta que yo me enfade y te pida por favor que pares, que ya me empiezo a quedar sin respiración, y me mires y te quedes completamente quieto, observándome hasta que me sonroje.

Por dejar de lado todos los tópicos, por ver "El club de la lucha" en lugar de "El diario de Noah", por escuchar a Johnny Cash en lugar de a Pablo Alborán, y regalarme chuches en lugar de flores, y sonrisas en lugar de bombones.

Por correr hasta quedarnos sin fuerzas perdidos por las calles del centro, gastando bromas a la gente que se ha olvidado ya de qué era reír. Por decidir viajes en el momento, coger un tren y largarnos donde sea. Por no quererte mucho, por quererte bien, y que tú me quieras bien.

Por equivocarnos, cagarla, ir demasiado deprisa o demasiado lento, mirarnos de reojo sabiendo que ninguno de los dos sabemos a donde vamos, con miedo a ser felices. Por disfrutar del miedo, de los errores, aprovechar cada vez que nos tropecemos para hacernos más y más fuertes.

Por no visitar nunca un juzgado, ni firmar estúpidos papeles para declarar nuestro amor, por camisetas tuyas en lugar de vestidos blancos y chupas de cuero en lugar de traje y corbata.

Por encontrar la azotea perfecta para pasar una noche entera entre cervezas y guitarras. Porque yo te dé la lata con Quique González hasta conseguir que te guste, o al menos me digas eso para que me calle, y me acompañes a los conciertos, y tú hagas lo mismo con... ya sabes con quién. Y discutamos en lo que no estemos de acuerdo, y hagas lo imposible para hacerme rabiar, y me quede sin argumentos, porque tú siempre has sido más bueno en eso que yo...

Porque me acompañes hasta casa sólo porque quieres asegurarte de que llego bien, porque me llames cada vez que notes que algo va mal. Por esa dificultad que tienes para hablar de tus sentimientos, y esa cara de tonto que se te pone cuando sube la temperatura de la conversación, y te da vergüenza, pero quieres seguir, y me hace tanta gracia que te comportes como un niño pequeño...

Por los juegos, por la diversión, por sacarle la lengua a los problemas de fuera, por luchar por lo que queremos, por ayudar, por regalar sonrisas y carcajadas por el metro de Madrid, y hacer locuras, vivir deprisa, gritar hasta quedarnos sin aliento, cantar nuestras canciones favoritas, susurrarnos las más especiales.

Porque me aguantes diciéndote mil veces que no te afeites la barba y que no te corten tan corto el pelo en la peluquería. Porque no me acompañes a comprar ropa, me acompañes a perderme en el rincón más mágico de Madrid. Y cures todas mis paranoias y mis fantasmas, y yo cure los tuyos.

Dicen que la mejor forma de olvidar a alguien es convertirlo en literatura. Pero a veces, también la necesidad de escribir sobre alguien, supone todo lo contrario.

Por que me digas tu nombre, y quieras hacer todo eso conmigo. Hasta entonces, encantada de no conocerte.
 


 

lunes, 17 de diciembre de 2012

Posiciona prioridades.


Ojalá llegue un punto en la vida de todos en el que perdamos algo que creamos que es muy valioso. Ojalá, y así nos demos cuenta de que no es para tanto, de que nada es para tanto. Nos creamos un mundo inventado que no existe en realidad, basado en unos cimientos que están hechos de nubes, que no valen para nada, que se pueden esfumar y hacernos creer que hemos perdido el juego. Cuando en realidad no es así, cuando en realidad tenemos unos cimientos mucho más fuertes de los que creemos.
No dejes que jamás nadie te diga que no puedes cambiar el mundo, que no lo vas a conseguir, que no merece la pena. Porque miente.

Que cualquier cosa puede sacarte una sonrisa en una mañana fría, en una noche triste, en un atardecer melancólico. Que solo tenemos que estar dispuestos a sonreír, y las pequeñas cosas, los gestos bonitos, vendrán corriendo a ayudarnos a pasar el mal trago. Las palabras adecuadas de una persona, los chistes que te sacan una sonrisa cuando estás a punto de llorar, los abrazos a fuego, las miradas de cariño... 

Que siempre va a ser un buen momento para tomar un café con alguien interesante. Sin darle tantas vueltas, sin tantos imperativo, sin tanta normal social que lo único que hace es joder el contacto humano.

Si te apetece háblame, si quieres matarme con la mirada, adelante. Si tienes ganas de invitarme a un café y charlar, si necesitas un simple abrazo... corre, pídelo. Ojalá eso que llamamos "espíritu navideño" se sostuviera todo el año, porque aunque sea por una falsa ilusión durante un puto mes al año, hace a las personas más cariñosas, más sensibles... más humanas.

Dejemos de quejarnos por el dinero, por los móviles, por el coche, por el trabajo.... busquemos más allá de todo eso, que aún hay muchísimo por descubrir.

Pero qué vais a saber vosotros de magia, que creéis que la navidad es sólo un cuento para contarle a los niños.


En estos días raros, de lunes confundidos y amores reciclados.

lunes, 10 de diciembre de 2012

"Pensamos demasiado y sentimos muy poco"

Queridos Reyes Magos...

Como ya sabéis, se acercan esas fechas en las que todo el mundo empieza a pediros cosas, después de haber estado todo un año pasando de vosotros. Tranquilos, es un comportamiento muy humano. El interés.

Yo, este año, os voy a hacer una carta porque de verdad que necesito que me ayudéis en varios temas.

Para empezar, quiero que el frío de este año sea sólo exterior, que tirite yendo por la calle, pero que por dentro no haga frío, no cale. Quiero que me regaléis ilusión por un año que, para mí, será como empezar de 0...ya sabéis, lo del fin del mundo... Podemos ver el lado positivo.
También me gustaría que me devolvierais a la Maka de 10 años con una sonrisa en la cara, recién llegada a Madrid, que se conformaba con un peluche como regalo de cumpleaños. Porque no se podía más... y porque no es necesario más.
Quiero que me deis un poquito más de fuerza para poder ayudar a la gente por la que sufro, no me gusta eso de la impotencia, de la cobardía, lo vamos a dejar todo en el 2012, ¿vale?

Ya que os ponéis, quiero más sonrisas a mi al rededor, quiero sentir que la gente que tengo al lado está feliz, porque no veáis como se contagia de rápido la tristeza en este mundo de locos. Vosotros, con suerte, estaréis apartados de todo ese caos, pero creedme que es agotador. No quiero más tristeza por comodidad. Quiero cambiar lágrimas por carcajadas, empujones por abrazos, pasos que se alejan por manos que se acercan, odio por amor, belleza física por luz interior.

Que huir no sea ninguna solución posible, que enfrentarse a los miedos sea el reto mas desafiante que queramos aceptar. Que la amistad esté por encima de toda la hipocresía del mundo. Que triunfen los artistas que tienen algo que decir, que tienen emociones que transmitir. Que la gente lea más poesía y menos best-sellers de moda. Que escuchen música que les mueva la piel de verdad, y no lo que le pongan.

Quiero que me ayudéis a cambiar el mundo, quiero cambiar conformistas por luchadores, amargados por gente que quiere ser feliz, estafadores por honestos, cuerdos por locos, hijos de puta por buenas personas. Sé que es posible, pero también sé que sola no puedo conseguirlo.

Lo único que pido para esta Navidad, para este invierno y para el año que va a empezar en él, es que la gente deje de pensar tanto y empiece a sentir, que tanto conocimiento no nos haga vacíos, que el desarrollo no se coma a los seres humanos. Que las personas recuerdes las palabras solidaridad, empatía y amor. En definitiva, más personas y menos gente.

A lo mejor estoy loca por querer tantas cosas, a lo mejor... pero no me importa estar loca en este mundo lleno de cuerdos tristes que no hacen más que llevar a rastras una vida que odian por miedo al cambio.


Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber que hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles solo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin
alegrarte, olvidar sus ojos, su risa,
todo porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen mas que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.


Chaplin tiene un mensaje para todos, y desde 1940 hasta 2012, no hay momento más indicado que ahora para hacerle caso.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Los escenarios eran de cartón.

¿Y ahora qué, qué viene? ¿Qué se supone que pasa después de que el mundo te haya dado la espalda, después de que la hipocresía emocional se haya apoderado hasta del más mínimo sentimiento? Cuando te das cuenta de que no vale de nada engañarse, inventarse estados de ánimo, escribir para sentirte de una forma u otra, es jodidamente inútil. En ese instante, cuando se han acabado las lágrimas, el odio, la tristeza, y hasta el cansancio está ya agotado de permanecer ahí de forma sostenida. Ya no sé si son muchas emociones, si son pocas, o si simplemente ya no son. Ataraxia total.

 En ese punto en el que mires a donde mires no ves nada con suficiente claridad, la confusión te termina ahogando. Cuando de las personas que se supone que tienes recibir el cariño y la contención cuando estás mal, sólo recibes palabras vacías, discursos aprendidos y declaraciones de principios, pero ni rastro del cariño...Cada palabra duele en lo más profundo de ti como si fueran puñales que alguien te clava sin saber por qué, todo lo que había construido en mi pensamiento era de cartón, y ya se ha mojado con la lluvia, todo está estropeado. Quizás esperaban demasiado de mí, quizás no se dieron cuenta de que no siempre voy a hacerlo bien. Y tampoco quiero hacerlo siempre bien, joder. Quiero equivocarme, quiero cagarla, quiero emborracharme de más, salir de más, pecar de inmadurez y por una jodida vez provocar un mínimo sentimiento sobre alguien, sea el que sea.

No voy a ser perfecta, nunca, y menos ahora. Y ya no voy a preocuparme por ese listón que se supone que tengo que alcanzar, por ser la perfecta amiga, la perfecta hija y la perfecta hermana. Me da exactamente igual, sólo voy a mirar por mí, por primera vez en mi 18 años de vida.

Y no quiero llegar a mi casa y querer escaparme sea a donde sea, no quiero llegar y tener la sensación de que no encajo, de que hay algo que falla, y no sé el qué. Miradas cruzadas llenas de tristeza, llenas de... ¿compasión? Odio esa palabra, odio ese sentimiento y me niego a tener que sentirlo más. Abrazos a escondidas llenos de lágrimas antes de dormir, la mirada perdida en los viajes en coche, encontrar el mejor refugio bajo unos cascos y un vagón de metro.
Me niego a aceptar que el mejor momento del día sea una hora de viaje en metro, sin cobertura y rodeada de desconocidos. No puede ser, hay algo que no se deja ver, y que es mucho mejor que todo esto.

Hace cosa de un año, la que ha sido para mí la profesora que más me ha enseñado, dijo a un grupo de 20 adolescentes, que lo mejor que nos podía pasar en la vida era estar perdidos... Tener esa sensación de haber perdido el rumbo, de no saber para donde tirar, porque de esa confusión, salían las grandes reflexiones y decisiones que íbamos a tomar en la vida. Y probablemente, ésta sea la mejor lección que he aprendido en toda mi vida.


Estoy perdiendo altura, a punto de quedarme a oscuras, como una tarde de invierno.

martes, 6 de noviembre de 2012

Tanta tristeza rota contra la pared.

Me agota el pesimismo, me agota el ver pasar la vida sentada tras la ventana, viendo como caen las gotas y fuera hace frío, quejarme de que hace frío, quejarme de que llueve, quejarme de que la calefacción no esta lo suficientemente fuerte, de que no quiero salir de casa cuando aun es de noche, quejarme de que viajo incomoda en el metro, de que la gente me mira con cara de perro, de que me aburro en clase, de que tengo demasiado viaje de la universidad a casa, estar triste porque nadie me da los buenos días, porque nadie está cuando tiene que estar, porque todos se olvidan muy rápido de las cosas que, a lo mejor solo para mi, tuvieron algún tipo de significado. Me cansa ir tachando los días en el calendario, haciendo recuento de cuantas veces a la semana lloro antes de dormirme, llevando la cuenta de cuantas personas que quería que me hablaran no se han acordado de mí. Ya estoy hasta los cojones de tanta negatividad, de tanto “mi vida es una mierda” y de tanto “nadie me quiere”... También es verdad que agota que nadie te diga nada bonito cuando tu das das y das. Pero me da igual, el problema en realidad no es más que mío, sólo mío. Así que ya vale, joder...

El mundo está lleno de días malos, noches turbias, lágrimas derramadas injustamente, amores no correspondidos, pasiones nunca desatadas por vergüenza o pudor, sueños no cumplidos por desesperanzas crueles causadas por otras personas, vidas no acabadas cuando debían, historias nunca bien escritas, heridas mal curadas que con el tiempo se vuelven a infectar, está lleno de días lluviosos en los que estamos felices, y días soleados en los que estamos jodidos. Hay miles de personas que mueren cada día. Hay odio, temor, impotencia, rabia, desamor, hastío... Y lo va a seguir habiendo por siempre jamás.
Pero también el mundo está lleno de ilusiones que nacen, de niños que vienen al mundo a regalarnos sonrisas, de amores que se muestran en todo su esplendor, de ancianos que llevan a sus nietos al parque y son felices, de sueños que se luchan, que se defienden con uñas y dientes frente a los huracanes, y que se cumplen. De historias diferentes que tienen unos guiones inmejorables, de días en los que parece que nunca se va a apagar el sol, de días de bailar bajo la lluvia con la mejor compañía... Estamos llenos de noches en las que hablar eternamente sobre cine, sobre música o sobre filosofía con alguien especial, de despertar junto a quien queremos. Aunque no lo veamos todos los días, en el mundo hay miles de personas que donan sangre y que salvan vidas, médicos que luchan por curar personas, niños que nacen sanos y fuertes, padres que se llenan de vida al cogerlos entre sus brazos...

El mundo es lo que es, y no va a cambiar porque pensemos que sólo está lleno de mierda. Va seguir siendo el mismo, así que de nosotros depende fijar nuestra atención en lo malo o en lo bueno. Ya está bien de tener miedo a todo, miedo de lo bueno y de lo malo, miedo del cambio, miedo de decir lo que nos pasa por dentro.
Si sientes algo, dilo, si te mueres por decirle algo a la persona que tienes delante, corre, díselo, y si no la tienes delante, ve a buscarla. Quizás mañana ya sea demasiado tarde, quizás mañana ninguno estemos aquí, y todo el sufrimiento habrá sido en balde.


Me enervan los que no tienen dudas
y aquellos que se aferran
a sus ideales sobre los de cualquiera.
Me cansa tanto tráfico
y tanto sinsentido.



viernes, 26 de octubre de 2012

Mujer bonita es la que lucha.

La chica de los ojos tristes cogió el ultimo tren, no se despidió de nadie, tampoco preguntó a donde la llevaría ese tren, sólo escapaba como podía de la ciudad.

Esa ciudad tan rápida y frenética a la que no conseguía cogerle el ritmo, esa ciudad que a veces parecía que hablaba un idioma diferente al de ella. Llena de asfalto, con tan poco espacio para los sentimientos, con tantas lágrimas derramadas en tantos portales en calles ya malditas del centro. Callejones que eran oscuros hasta a plena luz del día, que reflejaban la oscuridad de su alma, ya cansada de vagar a tientas por las calles mojadas y frías del invierno, mirando a la gente a los ojos para que le apartaran rápidamente la mirada... ¿Quién mira hoy a los ojos

Pisando cada charco de la calle Arenal, empapándose hasta el pensamiento mas recóndito de su desordenada cabecita. Le daba igual. Le daba igual mojarse, mancharse o morirse de frío. sabía muy bien que nadie iba a venir como en una película a ponerle su chaqueta sobre los hombros, a limpiarle las lágrimas de las mejillas y a darle el calor de un abrazo sincero.

Caminaba y caminaba y no encontraba razones para sonreír, y ni una maldita razón para escribir, ninguna inspiración, las musas se habían muerto ya todas, no había nada que valiera la pena contar, nada que le pusiera los pelos de punta. Miraba a su al rededor y solo encontraba soledad, gente gritandose, sollozos de desesperación, gente triste que no vivía, que sólo se conformaba con sobrevivir.  Fue entonces cuando comprendió que este mundo no estaba hecho para ella, que le venía grande, o pequeño... en definitiva, que no se encontraba en ese mar de gente tan infeliz.

“ser feliz ha pasado de moda” podía escuchar en el latido de cada persona con la que chocaba en las abarrotadas calles peatonales de Madrid... “tengo miedo de ser yo”, “no me quiero.”... y demás frases devastadoras para su frágil y sensible corazón. 

Si no tenía una razón para escribir, ya no valía la pena seguir buscando nada por lo que sonreír, ninguna motivación por la que levantarse cada mañana... Y sin embargo, todo cambió en un segundo. De repente, en una calle estrecha y pobremente iluminada, por la que nadie se le ocurría pasar, leyó en una pared “Mujer bonita es la que lucha.” y sonrió. No supo muy bien por qué, pero sonrió. Después de llevar horas andando con la mirada perdida dentro de las cicatrices que intentaba curarse con alcohol esa noche, sonrió. Y en ese instante se dió cuenta, se dió cuenta de que siempre, SIEMPRE, va a existir una razón, por mínima y diminuta que sea, para sonreír. y  se dió cuenta de que nunca se quedaría sin cosas que escribir... porque podrá no haber poetas pero siempre, habrá poesía.

“Podrán cortar todas las flores, pero nunca detendrán la primavera.”



No digáis que, agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a dó camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

martes, 23 de octubre de 2012

Todo viene de dentro.

El miedo de escribir algo tan sumamente personal que me delate y me haga débil, está haciendo que no quiera escribir nada, y eso me está matando por dentro. No quiero dejar claras ciertas cosas, porque tengo miedo, mucho miedo, demasiado miedo.

Y son tantas  las ansias por que quede un texto perfecto, bonito, que tenga un perfecto equilibro entre lo personal y lo universal, lo justo para que se refleje lo que me pasa de una forma sutil y con diversas lecturas. No quiero que tú me leas y sepas exactamente de qué estoy hablando, que estoy hablando de ti, porque eso me haría sentirme extremadamente vulnerable, y por qué no decirlo, estúpida. Aunque sé que posiblemente leerías esto y ni te enterarías de que va por ti, porque cómo va a ser por ti, porque tienes otras cosas en las que pensar, otras personas de las que preocuparte y por las que escribir. Yo no formo parte de ese mundo tan complejo que tienes en la cabeza y en el corazón, seguramente ni siquiera seré nunca "tu segundo plato" como dice Rulo.

Y sin embargo, sea lo que sea lo que escriba aquí, lo quiera o no, intente evitarlo o no, esto es puramente yo y todo lo que siento, no puede dejar de ser personal, todo es personal, como dice Fito " Porque escribo igual que sangro, porque sangro todo lo que escribo."

Al final, todo eso hace que me quede enfrente de una hoja en blanco, con la mirada fija clavada en la nada, sin ni siquiera pestañear y con las lágrimas casi brotando de los ojos, viendo mil palabras que podrían estar ahí, y que no están por cobardía. Pensando en coger el teléfono y llamarte, y decirte todo lo que me pasa, aunque eso suponga tirarse de un precipicio sin arnés, y morir. Pensando en que no agradezco lo que me pasa, porque yo quiero otra cosa, porque a mí y a mi vocación masoquista nos pierden las cosas imposibles. Preguntándome si será bueno dejarme llevar sin pensarlo demasiado, si valdrá la pena o al final todo se torcerá como pasa siempre. Sintiéndome sumamente culpable por hacer cosas queriendo hacer otras, no me gusta conformarme, y no sé si debería hacerlo.

Sintiendo también que el tiempo está pasando demasiado deprisa, y faltan cosas que no me da tiempo a asimilar, a hacer, a observar y a disfrutar.
Nunca llevo reloj, no me gusta tener tan controlado al tiempo, ya bastante controlados nos tiene él a nosotros... Siempre organización, control, agendas con horarios, citas a una hora concreta, llegar puntual, llegar tarde, ir con prisas sin mirar al rededor, morirte de frío yendo tarde al metro por la mañana, morirte de calor dentro mientras miras constantemente la hora porque, para variar, llegas tarde.

"¿Y a qué hora quedamos?" "¿Y a qué hora acaba la clase?" "¿Y cuánto dura la peli?"...  pero nunca es  "Cuando te apetezca ven a verme que aquí estoy", "Qué clase tan interesante" o "Esa película me ha hecho llorar como si tuviera 5 años y un mundo de emociones dentro". Hay que cambiar la cantidad por la calidad, los aspectos cuantitativos por los cualitativos. No todo se puede medir, yo no te quiero mucho, yo te quiero y ya. Yo no te echo mucho de menos, yo te necesito aquí y punto. No quiero despertarme más tarde y dormir más horas, quiero levantarme cada mañana con una razón para sonreír.


Es personal, no lo debes oír, pero es que a veces todo, nada da de sí.

miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Cuál es el peaje?

¿A qué precio?
Hasta qué punto ser diferente vale la pena? Hasta que te llaman "raro" con desprecio? Hasta que dejan de querer verte? Hasta que te quedas completamente solo?
¿O hasta que un día te preguntan "¿Eres feliz?" y te das cuenta de que la respuesta es un rotundo NO ?

Parece además que se empieza a poner de moda ser "diferente"... una contradicción. Parece que ser alternativo, indie, bohemio es ahora una etiqueta más bien estilística que puedes elegir, y así hacerte la víctima porque nadie te entiende.
Pues joder, además de esos gilipollas que van de independientes cuando sólo siguen una moda más, hay gente que sufre cada día el ser diferente, el sentirse apartado, raro, distinto... el verse solo aún rodeado de gente.

Entonces yo me planteo... ¿hasta qué punto?
Hasta qué punto será bueno de verdad ser distinto... ¿Qué es mejor, ser un feliz ignorante o un genio infeliz? No sé no sé...

Es posible realmente ser feliz cuando eres rechazado por el entorno? El ser humano es un ser de naturaleza sociable, necesita comunicarse, necesita ser aceptado y aprobado. A todos nos encanta cuando se nos reconoce algo que hemos hecho bien, cuando se nos halaga, cuando se nos premia. Si no existe esa aprobación... ¿es posible sentirse realizado con uno mismo?

He hablado con gente que mataría por ser más insensibe, más "como todo el mundo", y otra que no cambiaría su autenticidad aún sabiendo que es todo más fácil. Yo... depende del día.

Los poetas, los pintores, los grandes artistas de todos los tiempos han sufrido, han estado solos, han sido unos incomprendidos... Van Gogh se cortó una oreja por amor, y Blake sólo era visto como un pobre loco por el que nadie apostaba y que sobrevivía gracias a la ayuda económica de sus amigos.
¿Por qué será que a los diferentes, a la gente más sensible, más "mística", se los tacha de locos en su propia época, y es necesario que pasen años tras su muerte para que se los reconozca como genios?

Kurt dijo una frase realmente valiente, "Ellos se rien de mí por ser diferente, yo me rio de todos por ser iguales"... Y hasta él era también una "criatura voluble y lunática" que nunca se sintió parte de la sociedad.

Hay que tener cojones para ser diferente, hay que ser valiente para lidiar con ello, y la valentía, como ya decía Benedetti, casi siempre está acompañada de miedo.



Canción del día por Robe...  
"Nunca me encuentro cuando no quiero ser yo."
 

viernes, 5 de octubre de 2012

Las canciones más hermosas son tristes y crueles.

Lo han dicho, directa e indirectamente, cientos de poetas, escritores, artistas... y en este caso lo dice Joaquín Sabina "Las canciones más hermosas son las más tristes...".
Y es cierto, el arte nace principalmente de la tristeza, de la incomprensión, de la confusión de no saber que hacer y como sentirnos... entonces, la única vía posible es escupir todo ese caos en un cuadro, en un poema, en una canción. Lo que más nos mueve la piel es darnos cuenta de que el cantante que nos gusta, o el poeta que descubrimos, también se ha sentido solo, también ha estado desengañado y también ha tenido un terrible desamor. Nos gusta saber que no somos los únicos en la tierra a los que nos aprieta la soga de vez en cuando... Y así encontramos, en el arte, ese hombro sobre el que apoyarnos y llorar, ese bálsamo con el que sentirnos un poquito más calmados.

Los grandes poetas han escrito los versos más desgarradores que jamás se podrían escribir... Neruda y su canción desesperada, Bécquer, Bukowski, Benedetti (fue haciendo del dolor una costumbre, sembrando de fracasos tu memoria...) y podría seguir con muchos más. Y cantantes, y los temas más oscuros de Sabina, lo más triste de Nacho Vegas... y "Yesterday" y esa magia melancólica que envuelve a cualquiera que la escuche... y joder, que hacen que nos sintamos más arropados cuando estamos perdidos, y nos sentimos comprendidos, cuidados, aunque sea por esos 4 minutos de canción.

¿Por qué siempre lo más bonito cuando estamos jodidos? ¿Por qué es muchísimo más difícil escribir sobre lo felices que somos? La tristeza sensibiliza más, la tristeza la escondemos más, y cuando alguien habla sobre ella, y cuando Sabina dice lo puta que es ella, que se ha ido con el guapo gilipollas, todos decimos sí sí tiene razón... porque a todos nos ha pasado algo parecido, y aún nos resulta increíble y sorprendente que las emociones más feas que nosotros sentimos y guardamos en soledad, también, exactamente las mismas, les pasen a medio mundo, qué medio, a todo el mundo.

Por eso, que coño, yo quiero romper una lanza a favor de todos esos artistas que crean cosas llenas de vida, de optimismo, que transmiten felicidad. Es de lo más difícil de este mundo transmitir con el arte alegría, felicidad, amor.... Ojalá pudiéramos hacerlo más a menudo, ojalá las canciones y los poemas más hermosos no fueran tristes y crueles... Ojalá.

"El arte es aquello que existe sin ninguna otra función que existir... El arte por el arte"

Y en transmitir buenas sensaciones, los cuatro chicos de Liverpool son unos genios.

Y Benedetti dice:

Ayer pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente

ayer pasó el pasado por el puente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente

ayer pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre/
con su huella de espanto y de reproche

fue haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Escuela de sonrisas.

¿Creéis que existe algo más angustiante que esa horrible presión el pecho que te sube hasta la garganta y te hace un nudo que si intentaras hablar sabes que solo saldrían lágrimas? Seguro que sabéis de lo que hablo, seguro que a todos os ha pasado...
¿Hay algo más feo que la desgana, el desencanto o la desilusión? ¿Hay algo más triste que mirar con hastío, con desesperanza? ¿Hay algo más falso que fingir una sonrisa? ¿Por qué nos enseñan que sonreír cuando el corazón quiere llorar es de valientes, de héroes? Yo creo que lo valiente es encontrar una razón, aunque sea una jodida y pequeña razón por la que sonreír de verdad, y no aparentar estar felices cuando sólo quieres encerrarte en un rincón a llorar, cuando sólo quieres pedir a gritos que alguien venga y te abrace, y te diga que no estás solo, que no es verdad que seas la persona menos querida y más invisible en el planeta Tierra, alguien que esté ahí, que te mire a los ojos, y que te diga que todo va a salir bien, aunque no tenga ni la más mínima idea de si saldrá bien o mal, pero que te tranquilice, que te arrope.

La verdad es que hoy no tengo ganas de escribir una entrada bonita, que ponga los pelos de punta y que me digáis todos cuánto os ha gustado, la verdad es que me la suda todo, me da igual ser repetitiva, moñas, pesimista, dramática o lo que buenamente os parezca... voy a escribir lo primero que se me pase por la cabeza, si es que esto pasa por mi parte racional, que no lo creo...

¿Tanto cuesta ser sinceros y decir que no somos felices? Que sí, que podríamos serlo, que tenemos todo para ser felices, tenemos un techo, una cama, comida, podemos estudiar lo que nos gusta, compramos la ropa que queremos, tenemos el móvil último modelo.. que sí que todo eso está muy bien, pero tan raro es decir que aún así, no somos felices? Que eso no nos llena por dentro joder... Que no hay que ser tan cínico de divulgar a los cuatro vientos que somos muy felices y que nuestra vida es genial, cuando por dentro, al final del día cuando nos tumbamos en la cama y nos tapamos, el frío que sentimos nos cala hasta los huesos, nos deja helados, duros, es más que frío exterior, es frío que nace de dentro, de nosotros, de la falta de contacto humano que tenemos todos los putos días al relacionarnos con gente cuyos problemas nos importan una mierda. ¿Donde quedó eso del contacto humano, la empatía, el cariño? ¿Que clase de sociedad hemos construido que está basada en el dinero, en la competencia, en tener tener y tener? No se hace ningún caso a los sentimientos, a las emociones, ¿Cuántas palabras creéis que hay en el diccionario que definan sentimientos? Pocas, muchísimas menos que sentimientos hay en el mundo... Por eso es que no estamos preparados para definir lo que sentimos, por eso sentimos cosas y no podemos nombrarlas, no sabemos qué son, nos confundimos, nos sentimos culpables, pequeños, estúpidos... Si pudiéramos aclarar lo que nos pasa por dentro... todo sería mucho más fácil. Podríamos hablar de emociones, podríamos contarle a los demás lo que nos pasa, no tendríamos de qué avergonzarnos.
Pero no es así, no le contamos a nadie lo que sentimos realmente, lo escondemos, y sacamos a relucir la más estudiada de nuestras sonrisas, que las ganas de llorar hasta quedarnos dormidos... ya las aguanta muy bien la almohada.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Esas cosas que no hay que contar.


Nunca nos planteamos lo que vamos aprendiendo de las experiencias, se habla mucho de aprender en el colegio, en la universidad, en casa… pero poco se habla de lo que aprendemos de nosotros mismos, y nos quejamos de los errores sin pararnos a pensar que gracias a ellos hemos aprendido una lección más. Claro que a veces duele tanto que no llegamos a saber si vale la pena, no sabemos si hubiera sido mejor venir de fábrica con eso aprendido, o que nos lo enseñaran papá y mamá de pequeños… pero que va, hay tantas cosas para aprender y que son tan difíciles de explicar, que nadie nos lo cuenta…

No nos dicen de pequeños que nos iba a doler tanto vivir, no nos dijeron que la vida no es justa, que nos consolamos pensando que hay un Dios, o un karma o un destino….pero no tenemos ni puta idea, es sólo que es la única manera que encontramos para sobrevivir. No nos dicen cuando venimos aquí que nos vamos a sentir mal habiendo actuado bien, que nos van a dejar tirados y no vamos a entender nada…

No nos advierten de que hay gente mala y rencorosa, que nos hará daño y nos abrirá heridas que difícilmente sepan de que profundidad son, tampoco nos dicen que a lo mejor, en algún momento, nosotros seremos esas personas que hagan daño, y que a veces, lo hacemos sin darnos cuenta, y no por maldad…

Hablan mucho de la adolescencia y de los jóvenes como personas desorganizadas, rebeldes, pasionales y sin ningún respeto a la autoridad, lo que no dicen es por qué vamos a tomar la decisión de ser rebeldes cuando algo no nos guste, ni nos dicen qué coño se supone que tenemos que hacer con las miles de emociones que nos van a recorrer las entrañas para acabar siendo tan “pasionales”… nos dicen que hay que obedecer a la autoridad, pero se olvidan de decirnos qué hacer cuando la autoridad se equivoca, cuando no estamos de acuerdo, cuando tenemos que levantarnos y decir “hasta aquí.”

No nos sientan de pequeños en una silla y nos explican qué es la libertad, qué es el amor, cual es la clave para ser feliz. Claro que no nos lo explican… porque no lo saben.

Nunca nos enseñaron a querer… nos dicen que queramos mucho, pero es un error, hay que querer bien, no mucho… y eso no nos dicen cómo hacerlo.

Se olvidan de enseñarnos tantas cosas, que ahora tenemos que aprenderlas solos, a base de hostias. Quizás es esa la mejor manera, quizás no tienen que contarnos todo eso antes de vivirlo... quizás, pero qué sabré yo, apenas sé quien soy...
Pero en fin… nadie nos dijo tampoco que la vida fuera fácil, así que no podemos reclamar nada.


Es muy triste no saber gran cosa de la propia vida hasta que ya es muy tarde y no vale la pena todo esfuerzo por callar...esas cosas que no hay que contar…

lunes, 17 de septiembre de 2012

Si catorce vidas son dos gatos...

¿Cual es tu meta en la vida? ¿Cual es tu sueño y como te ves dentro de 20 años? Seguramente te gustaría verte trabajando en algo que te gusta (que no tengas que hacer mucho), que te de bastante dinero, un chalet en un barrio residencial, casado o casada, hasta con niños... (Os olvidáis de la hipoteca a 30 años, las deudas, las discusiones con tu pareja por falta de comunicación, que tus hijos se rebelen porque quieren vivir lo que tú no les dejas...)

Todo el mundo parece que viene con esa meta de serie, con esa vida hecha, con un amor perfecto de película de Hollywood, chica conoce a chico unos 3 o 4 años mayor, se enamoran, y viven un perfecto romance de ensueño... Todos soñamos con que nos traigan el desayuno a la cama una fría mañana de invierno, que nos regalen flores por San Valentín, salir a pasear por el centro abrazada a tu pareja, ir a los parques más bonitos y poner un candado con vuestros nombres en un puente, o tallar vuestros nombres en un árbol, una romántica cena con velas a la luz de la luna, con Champagne, rosas y una declaración de amor de las que erizan la piel... Que te cante "Y sin embargo..." al oído, y que esa noche  os oigan hasta las farolas que iluminan, con esa luz tan suya, la ventana de la habitación. Todos queremos esas miradas de complicidad que hacen ver que sobran las palabras, esas caricias que con tan sólo recordarlas ya te entran escalofríos, esos amores perfectos que acaban una pelea con un beso, y listo, solucionado. Todos queremos que nos miren por la calle y sientan envidia de lo que tenemos... ¿O acaso existe alguna chica en el mundo que no se emocione al pensar que él te huele el pelo mientras te acaricia y te dice que ese es el mejor olor del mundo?

Y claro, es verdad que a nadie le gustan las discusiones, a nadie le gusta sentirse solo, nadie quiere que en las últimas llamadas del móvil esté su madre o su compañía telefónica, a nadie le gustan los domingos de manta y peli a solas, falta algo, ¿Quién está contento un 14 de febrero cuando todos tus amigos te recuerdan los regalos que han recibido y lo felices que van a ser esa noche? ¿Quién soporta como si nada el hecho de estar solo y pensar que te lo mereces, porque es imposible que le importes a nadie...? Nadie, nadie quiere pasar un cumpleaños sólo, no tener fechas especiales, no tener una foto de dos en el fondo de pantalla del móvil, no tener a quién darle los buenos días ni desearle las buenas noches antes de dormirte, nadie de quién preocuparte cuando no te cogen el móvil, no tener la tranquilidad de tu madre cuando sales, porque no sales con un "él" que te proteja... No pensar constantemente en alguien, y si lo haces, saber que no va a ser correspondido...

Está claro que a nadie le gusta eso... pero... ¿sólo hay esas dos opciones? ¿No has pensado alguna vez que a lo mejor existe algo más que esas dos opciones que nos ha marcado la sociedad?

Es que yo no quiero nada de eso, joder. Yo no quiero una vida estable y vacía aparentando ser feliz y acabar odiando la puta rutina de las parejas, que tienen hijos para solucionar un problema que sólo se va a hacer más y más grande con los años... A mi no me vayas a esperar a las doce en el juzgado, no me digas "volvamos a empezar" (yo no quiero ni libre ni ocupado, ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad...)
Yo no quiero nada normal, yo no quiero saber "qué somos" ni "en qué parte estamos", no quiero cosas serias ni preestablecidas, no voy a firmar un contrato que me ate a hablar solo contigo durante el próximo año, hasta que uno de los dos se harte y se vaya con otro/a, tengamos la bronca del siglo y se hagan heridas que luego no se borran durante demasiado tiempo. Y no quiero a nadie que quiera todas esas cosas... y quizás por eso directamente no encuentro a nadie.

Pensad de verdad qué queréis, bajad el puto volumen de la música que lleváis todo el día enchufada, apagad el móvil que no deja de avisaros que tenéis whatsapp y twitter y que podéis estar las 24hs del día conectados al fantastico mundo sideral de internet.
Sshhhhh, calla, piensa, cierra los ojos y escucha al de abajo, al del pecho. Y cuando sepas realmente quién eres tú y qué cosas te mueven.. corre, ve a por ello, vas a tener mil obstáculos, mil impedimentos, mil veces te vas a caer, pero mil y una te tienes que levantar. Y tú puedes, y tú sabes muy bien que puedes. Tu vida ideal está a la vuelta de la esquina, pero no tengas prisa por hacerlo todo ya, disfruta de los errores, diviértete, haz eso que todos desaconsejan, equivócate, déjate llevar, déjate ayudar por quienes quieren curarte las heridas... Y sobre todo, no te sientas idiota cuando no sepas que hacer y estés perdido... Porque sólo de esa manera, quizás llegues a ser feliz.


Si catorce vidas son dos gatos, aún queda mucho por vivir. 

viernes, 7 de septiembre de 2012

La tristeza y la alegría viajan en el mismo tren.

Hoy ya es 8 de septiembre, y ahora mismo habrá gente de fiesta, mucha gente emborrachándose para olvidar que su vida es un asco, otros sólo para divertirse, habrá otras personas durmiendo porque mañana madrugan, otros viendo una peli con su pareja, otros haciendo el amor, otros en urgencias... y algunos cogiendo fuerzas para escribir algo... "Escupe" dice Rubén Pozo.

Para muchos hoy habrá sido un día más que tachar en el calendario, de esos en que no haces ni te pasa nada relevante, ni bueno ni malo, y te vas a la cama como te levantaste.
Para algunas personas con suerte, hoy habrá sido un día de esos en los que el sol parece que brilla más que nunca, en los que las noches de rock and roll son lo mejor del mundo, al lado de los tuyos, qué buena gente son, claro, amigos para siempre.
Para otros hoy habrá sido de esos días en los que sientes cosas nuevas, nuevas experiencias, y no entiendes muy bien qué es, si es bueno o malo, si quieres repetir o no... También puede haber sido un día de despedidas en el andén, de besos en el último minuto, de reconciliaciones, de flechazos, de sonrisas excitantes por la calle con desconocidos. Para otros habrá sido un día de creación, de sacar todo lo que tienen adentro de la forma que saben, música, pintura, escritura...

Pueden ser tantos días para tanta gente...
Días de jaquecas, de no entender nada, dias en los que hasta los alegres pájaros cantando te hacen sentir una mierda, días en los que todos fallan, días en los que te das cuenta quienes valen de verdad, normalmente, quienes menos esperas.
Días de palabras bonitas cuando estás mal, días de consejos que te hacen pensar, días de cruda realidad. De ataques de ansiedad, de terrores nocturnos, de nudos en la garganta que no se van con nada.
Noches de conversaciones con gente preciosa, conversaciones de no poder dejar de reír...Mañanas con los "buenos días" esperados, o no.
Días en que crees una cosa y te juras que va a ser así por siempre jamás, y al día siguiente todo está del revés, nunca nada es para siempre. Algunos días de no querer salir de casa y otros de querer irte muy muy lejos.
Días en que nada sale como queremos, que el karma es un cabrón con nosotros y todo el viento viene de frente, días de no encontrarnos, de buscarnos, y de finalmente, para bien o para mal, encontrarnos.
Días de manta, helado, y música destructiva... pero eh, tranquilos, que si el día empieza torcido, siempre puede seguir empeorando.
Días en los que te consuelas pensando que todo pasa, que "nada importa tanto" y que no hay que dar a la gente más importancia de la que ellos te dan... ojalá fuera tan fácil.
Días de querer ser feliz con todas tus fuerzas y que el mundo te lo impida, de querer estar sola en el universo, y otros de sentirte muy sola sin querer estarlo.
Días de ser correspondida, días de no serlo en absoluto.
Días de "nunca dejes de sonreír, aunque vaya todo mal", otros de "somos idiotas eh" y otros días de "Pues quiero ir a verte, voy a mirar vuelos".
Días en los que las penas pesan muchísimo sobre la espalda, que tienes que buscar la alegría por los rincones más recónditos de la ciudad, o por el fondo de los vasos del último bar abierto.

Y eso... que en definitiva, hay días para todo, por eso tenemos muchos años para aprender, para jodernos y caernos, y volver a levantarnos. Y aunque todo sea una mierda en un momento... "tout passe, tout casse, tout lasse, et tout se remplace". Siempre se puede levantar el vuelo, las alas no se rompen, sólo se lastiman. Y si ahora todo va bien, corre, aprovecha, haz todo lo que quieras, vive como si te fueras a morir mañana, hazme caso que cuando no lo tienes, se echa de menos.


Si no cierras bien los ojos muchas cosas no se ven.

lunes, 27 de agosto de 2012

Y sin embargo, el amor mueve el mundo.

Supongo que es sólo eso, no hay más, es el rock and roll corriendo demasiado rápido por las venas... y yo, la verdad es que no sé que decir, no tengo tiempo para interpretar todo esto, mucha velocidad.

Podría hablar de tantas cosas hoy, podría opinar sobre los momentos mágicos del verano, sobre la soledad, podría escupir aquí mismo las miles de emociones que me pasan por adentro y que no consigo explicar a nadie, podría escribir miles de teorías y creencias que nadie entiende que tenga con 18 años, podría deciros que me da exactamente igual ser diferente, y que pase a vuestro lado y me miréis como si fuera un bicho raro, es que me da igual, siento pena por vosotros los que sois todos iguales... Podría escribir sobre todas las historias que tengo a medio cerrar, y todo lo que me jode, y que quiero arreglar las cosas con mucha gente, empezar de cero, entender que es lo que ha pasado, y por qué no puede estar todo bien.

Podría hablar sobre lo muerto que está el mundo, y como cada día que pasa muere un poco más. Sabéis que pasa? que nos quejamos mucho todos, pero nadie hace nada por cambiar las cosas, es muy facil quejarse desde el sofá de casa, pero es más difícil apagar la televisión y salir a la calle a intentar cambiar algo, ALGO, por insignificante que sea, pero que haga que tu paso por el mundo no haya sido en vano (que nunca lo es). El mundo está en crisis, pero no una crisis económica, ese es sólo un pequeño sintoma de lo que nos pasa, de la grave enfermedad que estamos dejando en el mundo, una falta de ética, de valor... mucha falta de amor. Una crisis moral y emocional que nadie se preocupa por sanar... El mundo está loco, y muy enfermo.

Podría escribir párrafos enteros sobre mil apuntes que tengo en servilletas, en las notas del móvil, en cuadernos, mil ideas que me surgen y que apunto, para luego no desarrollar nunca, por falta de ganas, esas malditas de ganas de nada... esa sensación que te hace dudar por las mañanas si de verdad vale de algo levantarte y empezar el día o mejor te quedas en la cama, que será mas productivo.

Podría contaros mis extrañas manías de chica rara, mi obsesión por tener todo escrito en un papel, de hacer listas curativas para leerlas cuando esté triste, mi adicción a las sonrisas, mi imán para los gilipollas que pasan de mí, mi odiosa tendencia a ir de mala racha en mala racha, creando un clima horrible de tristeza sostenida del que muy poca gente es capaz de sacarme (aunque la hay), podría enumeraros todos los pintalabios rojos que tengo y que utilizo para contadas ocasiones, o hablaros de mi necesidad de llevar las uñas pintadas de rojo, del libro de Bécquer que lleva conmigo todo el verano y me da tranquilidad, del boli que me compré en París y que me recuerda las ganas que tengo de escaparme muy lejos de aquí, y lejos de todo.... En fin, podría contaros tantas cosas...

Pero la verdad es que no os importarían una mierda, y ese es el problema, a nadie le gusta escuchar la vida de otro sin más, a nadie le interesa lo que al otro le mueve las tripas por dentro... YA NADIE HABLA DE AMOR, ¿por qué? ¿tanto miedo nos da hablar de amor, es que ya no está de moda? ¿estamos demasiado preocupados por comprar el móvil último modelo y el amor, la poesía, la filosofía, no entran dentro de nuestra ajetreada vida? Pues perdonadme que os diga, pero eso es una mierda.
¿Y lo bonito que es cuando puedes hablar con alguien de amor? Y pasar la noche en una azotea hablando de poesía, del mundo, de la vida... da igual que sea tu amigo/a , tu hermano/a , tu padre o tu madre, o una persona interesante a la que acabas de conocer y pum, en la primera conversación habláis del "amor". Del amor en general, nada concreto... hay tantas formas de hablar de él y es tan bonito, que no sé por que coño nos da tanto miedo, y me incluyo eh. Y es que al final, aunque parezca que sí, el amor nunca pasa de moda, por eso los Beatles y Queen son atemporales, porque hablar de amor siempre está de moda, y como nosotros no lo hacemos, escuchamos a quien se atreve a hacerlo. Al menos eso hago yo. Al menos sé que eso haces tú.

Puedo, también, escribir los versos más tristes esta noche, escribir, por ejemplo "La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros a lo lejos". Pero yo no soy Neruda, así que aunque sería un buen final, no, no lo haré.



Puedes aprender a ser tú mismo con el tiempo, es fácil...

lunes, 30 de julio de 2012

Pero por mí el primero.

Hoy me ha llamado, y me ha dicho con voz fuerte y decidida que no, que no piensa sacar más el corazón de paseo como le gustaba hacer, que ya vale de sensiblerías, de conversaciones en las que se desarma por completo, de dar todo a cambio de nada... para qué si nadie valora ya todo eso, si nadie se preocupa.
La generosidad ya no le parece una buena pauta, no a nivel emocional, poner el hombro para todos para que luego ello den la espalda...ya no. Egoísmo como instinto de supervivencia, va a pensar más en sí misma, va a disfrutar el presente porque el pasado sólo trae daños, y el futuro...mejor ni hablar de él.

Va a coger esa coraza de la que tanto habla todo el mundo, esa que ella nunca había querido usar, siempre había estado totalmente expuesta a todo sentimiento que andara cerca, cualquier emoción, cualquier misil la rozaba y la dejaba fuera de combate.

Va a salir a la calle con esa coraza, y con el corazón guardado en el fondo del cajón, junto a los condones sin usar de aquella noche, junto a las entradas de los mejores conciertos de su vida, las fotos llenas de recuerdos, y todo lo que despertara en ella el más mínimo sentimiento.

Porque se acabó lo de ser diferente y vivir todo a flor de piel, se acabó estar jodida por cosas que nadie entiende, prefiere ser una más, intentar sobrevivir en este mundo de locos que va a mil km por segundo, que lo vivir... ya lo dejará para más adelante.


Regalé mi alma imperecedera, ¿para qué?, para que nunca más me duela.

sábado, 21 de julio de 2012

Hoy puede ser un gran día, y mañana también.

Hace tiempo hablé de los "frascos de felicidad" como un posible invento que nos facilitaría las cosas cuando estamos jodidos... pero me he dado cuenta de que ya existen. No podemos inventarlo, ya existe a cada paso que damos. Sólo hay que saber verlos.

Ocurre (o al menos en mi caso) cuando estás muy jodido, muy muy jodido, y llega un momento en que te cansas de sufrir, y te cansas de ser el que siempre está mal y al que nunca escucha nadie. Siempre te preguntan qué tal sin querer escuchar realmente una respuesta sincera, sólo esperan un "Bien, y tú?" para poder empezar a contar sus miles de problemas, que esos sí que son importantes, y no los tuyos.

Y te cansas, te cansas de que todo eso te afecte tanto, te cansas de ser la buena de la pelicula que siempre sale perdiendo por no arriesgar lo suficiente, por no hacerse entender. Cómo hacerse entender cuando parece que el resto hablan un idioma totalmente distinto al tuyo? Pero da igual, ya todo da igual porque te has cansado de eso, y quieres quererte más, y ser jodidamente feliz aunque sea por un rato.

Ahora sí, cuando ya tienes ganas de ser feliz, de estar bien contigo mismo y con los demás, ahí se pueden empezar a buscar los frascos de felicidad. Que no son más que momentos, segundos, instantes ínfimos que no podemos atrapar, pero sí disfrutar.

Cuesta verlos, están escondidos, son "aquellas pequeñas cosas" que nadie se para a ver, en las que nadie se fija porque están todos demasiado ocupados con sus millones de problemas y en maldecir al mundo por ser tan desafortunados. Son instantes de magia, que si todos fuéramos capaces de disfrutarlos... buf! Qué distinto sería el mundo...

Y entonces dan igual las crisis, da igual que te hayas caído 30 veces, porque has conseguido levantarte mejor que nunca, gracias a esas pequeñas dosis de magia que nos hacen felices... una sonrisa de un desconocido, una mirada cargada de deseo en el metro, un niño jugando a la pelota, un "gracias" sincero, una conversación intrascendente con alguien especial, una conversación especial con un desconocido, la primera flor de la primavera, un poema que te mate, un acorde que te recuerde cosas bonitas, un rock and roll que se te quede dentro de por vida... puede ser cualquier cosa, puede ser lo que tú quieras que sea, aquello que de verdad te toque, que te vuele la cabeza por completo.

Y ya vale de sufrir, no? que es una mierda, y lo peor de todo es que somos nosotros mismos los que creamos ese clima de tristeza sostenida, de ganas de nada, de rencor y de apatía... Con lo bonita que puede ser la vida y nosotros nos empeñamos en hacernos daño. Si nos quisieramos más, todo sería mucho más facil, y encontrariamos las dosis de felicidad en cada esquina.

Yo ultimamente he encontrado varias, y así estoy, optimista como hace mucho tiempo que no lo estaba. Y lo mejor de todo es que no hay una razón, no hay un motivo... hay MÁS DE CIEN MOTIVOS... (para no cortarse de un tajo las venas).




martes, 17 de julio de 2012

Tú eres todo lo que tengo...

Demasiado apasionado e impulsivo, te agarras con uñas y dientes a lo que sea, como si te fuera la vida en ello. Estar a tu lado es como vivir constantemente en el borde del precipicio, sin saber lo que va a pasar en el minuto siguiente.

Todo sangre y corazón, te dejas la piel en todo lo que haces y dices, en cada paso que damos juntos, pero creo que ese extremo es nocivo para mí, no sé si te has dado cuenta, pero yo también soy todo emoción. Siempre he sido un manojo de sentimientos confusos e incontrolados que cuando colapsan acaban en miles de lágrimas, si tú ahora vienes y eres igual, o incluso peor... vamos a entrar en crisis, y tú puedes con todo, pero yo voy a entrar en una vorágine de la que dificilmente voy a conseguir escapar. Nos vamos a matar.

Quizás por eso me sienta totalmente hipnotizada e incapaz de alejarme de tí más de un día entero... Eres el único que siempre está dispuesto a entenderme, a decir exactamente lo que siento, a tenderme una mano cuando me hundo en el barro, en ese momento en el que NADIE parece comprender lo que me pasa.

Estar contigo es como quitarse la coraza contra golpes que todos nos ponemos cuando nos despertamos cada día, abrir todas las heridas ... Eres como la sensación que nos es imposible describir, duele, quema, arde... Como ese cruce de emociones que no sabemos si es bueno o malo. Pero tienes sustancias adictivas, tú lo sabes muy bien.

Sólo te digo que empiezo a tener miedo, porque no puedo vivir sin tí, pero como alegrías también me traes dolores incesantes en noches en vela... Eres garra, fuerza, me has hecho sangrar más de una vez y aún asi he acabado agradeciéndotelo, y aún así te sigo queriendo... ¿Por qué?
No te voy a negar que me he planteado más de una vez salir corriendo, escaparme muy lejos dejándote una nota por la noche, para hacer el menor daño posible. Pero me cuesta como si me quitaran una parte de mi vida, porque eres tan necesario como el aire que respiro, te has vuelto más imprescindible de lo que quise imaginar cuando te conocí. Me has vuelto pequeña, frágil, sólo sé sobrevivir si estás conmigo cuidándome.

Me haces las noches inolvidables, inigualables, y al día siguiente, con borrosos recuerdos, siempre me traes alguna que otra herida de regalo, y yo, tan vulnerable y delicada, sigo necesitándote porque eres la cura para las heridas que tú mismo me haces.

Después de todo, de tantas subidas y bajadas dignas de una montaña rusa, sé que aunque lo intente, no voy a poder alejarme de ti mucho tiempo. Pero, sintiéndolo mucho, voy a tener que intentarlo, aunque sé que no será para siempre, pero por favor te pido que no me lo hagas muy difícil, sabes que no me gustan las despedidas.

Y por eso te dejo esta carta, mientras no estás cerca, sé que no pasará mucho tiempo hasta que vuelvas a intentar arrancarme el corazón con una de tus canciones. Sé que no es una carta de despedida, sólo un intento que seguramente sea fallido. Pero entiéndeme, tengo que intentarlo.

Sabes que siempre te voy a querer, lo nuestro es especial.

Gracias, pequeño Rock and Roll.

...y aunque a veces muero, rock and roll, por tí.

sábado, 14 de julio de 2012

Pero el show debe continuar...

Enamorarse es una palabra que se ha deformado mucho con los años, se quedó en los 60 con la esperanza de paz mundial de los hippies, la sociedad se encargó de dejarla ahí arrinconada... Hoy nadie se preocupa por sentir amor, por amar, todo el mundo está muy preocupado por encontrar el amor de su vida, la media naranja, esa mitad... quieren recibir mucho sin dar nada a cambio. Quieren ser los protagonistas de un drama romántico de hollywood sin mover apenas un dedo...

A lo mejor si no estuvieramos tan preocupados por protagonizar la película perfecta, podríamos empezar a vivir de verdad, podríamos encontrar mil cosas para enamorarnos. ¿Podríamos ser capaces de enamorarnos de una calle, de una ciudad, de un momento, de una sonrisa...? ¿Por qué está tan estereotipado el amor?

Si sales una noche de lluvia por las calles de Madrid, sin ningún rumbo marcado, permaneces en silencio el tiempo suficiente y miras los detalles que nunca antes has mirado, a lo mejor y sólo a lo mejor, consigues enamorarte de algo aunque sea un segundo...

Pero no sé porque creo que alguien intentará buscar un trozo de esa magia especial...

Vivimos días en los que la gente habla mucho y no dice nada, cada vez más medios para comunicarnos, y menos cosas que expresar... no decimos lo que sentimos porque estamos atrapados en la cobardía. Creemos que ser valientes es meternos en una pelea a la puerta de un bar a las 5 de la mañana, claro que sí, somos muy valientes, pero cuando tenemos ganas de llorar y nos sentimos solos en el mundo, nos escondemos en una esquina del baño para que nadie se de cuenta. Nos ahogamos en alcohol para aparentar ser felices, salimos, pasamos noches enteras aparentando ser felices...

Pero el show acaba tarde o temprano, y cuando cae el telón y estamos solos con nosotros mismos, vacíos, agotados de tanto interpretar un papel que no nos gusta, no nos queda más remedio que ser sinceros, cagarnos en todo y en todos los que nos fallaron, querernos un poco a nosotros mismos, puesto que sino.. ¿quién lo va a hacer? Porque los de fuera, los "amigos", al final todos se dan media vuelta cuando hay algo que reparar, se pagan muy caras las palabras de aliento, los mimos y los oídos que nos escuchan, porque escasean a niveles infinitos... Sin embargo sobran los colegas para salir de fiesta, la gente falsa experta en herir o los que te dan la espalda sin ninguna explicación...
Y entonces, al final de un día duro, de esos tristes sín más, en los que sólo necesitamos un abrazo, no encontramos nadie capaz de cuidarnos, nadie que esté dispuesto a querernos de verdad...

Pero caeremos mil y una veces, y siempre siempre lo importante va a ser levantarnos, aun cuando estemos solos ante el peligro, levantarnos, curarnos las heridas si hay tiempo, y seguir... siempre seguir...porque como escribió Brian May para Mercury, the show must go on.

domingo, 10 de junio de 2012

Días de vino y rosas.

Lo triste es que parece que ya nadie quiere luchar, y que todos los valores que brotaron en aquel mayo del 68, que anunciaban un salto a un mundo un poquito mejor, se perdieron como simples utopías ahogadas en un mar de conformismo, alimentado por un capitalismo sin escrúpulos que se abría a pasos agigantados  a un mundo en el que los idealistas y los luchadores no fueron suficientes, donde no hubo arena de playa bajo los adoquines.
Pero sabéis que os digo? que para mí sí que consiguieron cambiar el mundo, claro que lo hicieron... cambiaron su mundo, que ya es una maravilla, y cambiaron la mente de millones de personas. Mostraron una nueva libertad posible, llena de vida y esperanza a unas personas que vivían totalmente alienadas por una sociedad que los hacía presos más que animarlos a vivir.
Porque sí, aún se siguen oyendo a los Che Guevaras, a los Cohn-Bendits y a los Jean Paul Sartres, que creían que se podía cambiar, pero había que querer, y que creer.

Porque hubo vientos huracanados de libertad, y si nos quedamos unos segundos en silencio, aún puede oírse la brisa de lo que allí se transformó. Aún pueden olerse las rosas de Saint-Denis, las luchas universitarias cargadas de optimismo, la esperanza de un nuevo mundo más solidario, menos loco... bueno o quizás con un poco más de locura, según como se mire.
Las ganas han existido con una fuerza que se cre yó imposible, la semilla está plantada. Ahora, años después, nos toca regarla más que nunca, salir a decir lo que queremos, lo que nos corresponde... a llamar a gritos a la libertad, de todo menos callar, menos aguantar lo que en el fondo sabemos muy bien que hay que reivindicar.

El problema es que por simple pereza acabamos viendo normal lo que no lo es, por comodidad. Nos da igual si el de al lado pasa hambre, mientras nosotros tengamos techo y comida. los "bichos del XXI" sólo reaccionamos cuando nos vemos sin salida, y esa es la peor trampa con la que nos vamos a enfrentar.
Cuando logremos cambiar eso, será la hora de levantarse, de quererlo todo, pero todo para todos y no para  los cuatro de turno. Cuando aprendamos a vivir realmente en sociedad, habrá un gobierno realmente formado por iguales a nosotros, y no habrá un abismo entre Estado y Pueblo.

Entonces, y sólo entonces, seremos libres, entonces encontraremos esa arena de playa.

Por ellos, por los de París de 1968. Se lo debemos.

Es la hora, despierta!


"Las utopías no son más que los sueños por los que los cobardes han dejado de luchar."

sábado, 14 de abril de 2012

Buscando alguna conexión alrededor.

Lo peor de todo es no saber, no controlar, verdad?

Cuando mas o menos sabes lo que va a pasar puedes controlar la situación, sentirte fuerte y segura. Pero te han quitado de golpe toda esa seguridad, y las balas no paran de pasarte rozando, muy cerca, amenazantes.
Y entonces, el no saber qué va a pasar te vuelve loca. Es en definitiva la incertidumbre que tienes sobre la distancia que existe entre lo que hay cuando cierras los ojos, y lo que hay cuando los abres. No sabes cuando esas dos realidades tan distintas (o no tan distintas) van a llegar a un acuerdo, van a conseguir tocarse. Quizás nunca, quizás cuando no estés preparada, o quizás demasiado tarde cuando te hayas cansado de esperar.

Todo sería más fácil si dijéramos todo lo que sentimos, aunque nos traería muchos más problemas se iría ese vacío que aprieta el pecho cuando algo pide a gritos salir y te resistes a decir nada. Todos seríamos más sinceros con la gente y con nosotros mismos, no tendríamos vergüenza de sentir tantas cosas, no nos sentiríamos culpables por pensar ciertas cosas, no tendríamos miedo de decir que tenemos miedo.
Pero todo eso no pasa, y nos encerramos en nosotros para no revelar al resto lo que nos pasa por las entrañas, como si fuera el secreto de la Coca-Cola. Es cierto que lo que sentimos es un gran tesoro y por eso cuesta sacarlo, porque si lo sacas pueden dañarlo, lastimarlo... y empeora todo. Pero ningún extremo es bueno, y aunque a veces cuesta identificarlas, hay personas en las que podemos confiar, personas que cuidan eso que damos, y no lo lastiman por nada del mundo.

Y volviendo al origen, al descontrol y el desconocimiento total de lo que pasa a tu alrededor, se hace mucho mas grande cuando lo que no sabes es justamente lo que sientes, cuando no hay palabras en ninguno de los 6000 idiomas del mundo para describir eso que se mueve dentro de tí y te paraliza. No es ni miedo, ni odio, ni tristeza, ni vergüenza, ni amor, ni amistad, ni alegría, ni orgullo... A ver entonces como lo explicas, eh? Se pone difícil la cosa... Ahí está el descontrol y la incertidumbre más aterradora con la que  te haces muy muy pequeña.

Sabes que? Que no saber lo que se siente no es lo mismo que no sentir nada, a veces es incluso peor. Pero no saber lo que puede llegar o no a pasar, tampoco significa que el mundo no esté conspirando para hacer el plan perfecto.


Espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. Espero que conozcas a personas con otro punto de vista. Espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa, y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo.

jueves, 22 de marzo de 2012

Más de cien motivos.

Los errores tienen mala prensa, en realidad no podríamos vivir sin ellos, nos encantan.

¿Nunca te ha pasado que sabes que te vas a dar la cara contra la pared pero sientes la irremediable necesidad de seguir adelante? A veces, equivocarse es el mejor camino, el mejor para crecer. A veces tenemos miedo a fallar, y por ese miedo dejamos pasar grandes oportunidades... Entonces por que no plantarle cara a los errores e ir a por ellos? A lo mejor así se asustan ellos y no nosotros. Porque es así, pasa constantemente, hay esquinas de la vida que cuando nos toca elegir el camino no queremos escoger el más seguro, el adecuado, el mejor. No, tenemos ganas de tirar por el del riesgo, el del instinto donde hacemos lo que sentimos, sin pensar demasiado.

Tengo ganas de equivocarme ¿Tan malo es eso? Ya vale de tanta perfección, a tomar por culo las expectativas, quiero joderlo, saber que he hecho cosas mal y he tomado las decisiones menos acertadas del mundo, pero saber que lo he hecho yo, y rectificar, y sentirme viva.
Tener que pasar noches en vela pensando como arreglar aquel momento en que todo cambió, quiero tener la oportunidad de arrepentirme de lo que he vivido, y no de lo que he dejado pasar.
Y si no tengo quien me ayude en el camino, si me quedo sola ante el peligro y me toca cuidar de mi misma sola, no importa, lo haré, sé que tarde o temprano vendrá alguien y me dará la mano para poder levantarme y seguir.

Lo quiero todo, pero lo quiero, el bien y el mal, el recuerdo y el olvido, el amor y el odio, las noches interminables y las mañanas soleadas, mucho ruido y mucho silencio, la confianza y la incomodidad, la ilusión y la consiguiente frustración... Quiero salir a la calle y poder gritar que estoy viva, un día cagarme en todo y al siguiente bailar bajo la lluvia.

Yo quiero, ¿Tú quieres?


"Las mas densa oscuridad se da justo antes del amanecer"

Más de cien palabras, más de cien motivos para no cortarse de un tajo las venas, más de cien pupilas donde vernos vivos.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Tú puedes todo, y más.

A lo mejor no sé nada más, no tengo otra razón para escribir, pero tengo una cosa muy valiosa, y son las ganas de estar contenta. No de ser feliz, ni de tener la vida resuelta, sólo las ganas de estar contenta. Como veis, tampoco digo que lo haya conseguido, de momento sólo están las ganas.

¿Y por qué ahora y no siempre? pues no sé exactamente el motivo, pero sé que ha sido ahora, que antes no lo veía tan claro. A veces nos acomodamos a la tristeza, es tranquila, suave, nos compadecemos de nosotros mismos... y al final nos amoldamos, hasta que un día como hoy, te levantas pensando que ya no quieres estar tan cómodo, que ya no quieres seguir triste. Es complicado porque las razones por las que estás triste siguen ahí persiguiéndote día y noche, y aunque intentes escapar no se van... Pero las ganas de estar contento también han aparecido, y hasta parecen ser más fuerte y brillar con más fuerza.

Hay veces en la vida en la que te encuentras totalmente sólo en medio de un montón de nada, la gente de repente desaparece de tu lado, no están para acompañarte, te toca enfrentarte con la vida cara a cara, frente a frente. Pero son esos momentos de soledad, cuando te has dado cuenta de que la gente no siempre está ahí para apoyarte, cuando realmente te creces, te haces fuerte y luchas con lo que te pongan. Porque no te va a servir de nada achantarte y esconderte en un rincón dando pena, no hay nadie para ayudarte a levantar, tienes que secarte las lágrimas, ponerte los guantes de boxeo y comenzar a pelear por lo que quieres, aunque lo que quieras sea simplemente estar bien, a gusto, contento.
Entonces, lo que creo es que las ganas de estar a gusto son la esencia más importante, no lo es tanto estar triste o feliz sino tener verdaderas ganas de vivir, estén las cosas jodidas o no. Porque la crisis no me puede impedir derrochar sonrisas o miradas de alegría, porque la sociedad no es tan poderosa como para decirme cuando tengo que sufrir, porque aunque las personas no estén en el camino más difícil, yo sé que puedo sola, sé que soy capaz de eso y mucho más, y no será culpa mía si alguien no lo quiere ver. Porque de repente una semana sombreada se alegra con los más pequeños detalles, un mal día se arregla con un "buenas noches" de la persona adecuada, y los momentos más jodidos se iluminan con esa canción tan especial.

Como ya dije, las emociones no las controlamos, simplemente van y vienen cuando les da la gana... lo que sí podemos controlar es la fuerza que ponemos para que con esas emociones que nos tocan, nos sintamos lo mejor posible.


Yo también lloré, hasta que escuché que tú decías que hay cien mil mariposas ahí afuera esperándome, y que sólo vivirán un día... tu alfombra mágica esta lista ya, solo la tienes que encontrar.



Rubia – Alfombra Mágica en #Spotify

lunes, 5 de marzo de 2012

Encantada de volver a conocerte.

- Hola, que tal? Yo me llamo Maka, y tú?

Ojalá pudiéramos empezar así otra vez cuando algo saliera mal, eh? Ojalá todo fuera tan sencillo como arrancar la hoja en sucio y empezar una nueva, volver y volver a redactar el guión hasta que quede bonito. Sin rencores ni odios, sin recuerdos ni olvidos, sin sonrisas ni lágrimas, sin pasados ni futuros, sólo presentes.

Hagamos las paces como dos niños pequeños que se pelean por las chuches que tienen que compartir, hagamos que nuestros problemas no sean más que eso, fáciles, que el cariño tenga más fuerza. Consigamos que no haya doble intención en las palabras, ni cosas que debamos callarnos y que nos hagan herida por dentro. Al contrario, digamos todo lo que tenemos que decirnos. Escupamos todo, perdonemos, arreglemos, y una vez hecha la cura, presentémonos y volvamos a conocernos.

Dejemos que el invierno se sienta incómodo al rededor de nuestro calor, que las palabras se vuelvan dulces melodías otra vez, que los dolores duelan menos en compañía, que las risas sean más vivas estando juntos.

No pido que volvamos a tener eso que un día soñé, o soñamos yo que sé.. sólo quiero una sonrisa, una mirada de complicidad que me quite un peso de encima, que me dé paz... Sólo necesito saber que todo está borrado sea lo que sea que pasó, sólo necesito saber que estarás ahí cuando te llame a gritos en completo silencio. 

Seamos buenos y démonos otra oportunidad, en el fondo y aunque haya dicho lo contrario, odiaría no haberte conocido nunca.



ya sabes que será todo lo que tú quieras.


Intentando ordenar palabras para no hacerme tanto daño.

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Apostarías a impar?

Me dices que todo es para mí, que pase y me ponga cómoda. Me dices muchas cosas bonitas, y sonríes, y se me cae el mundo en pedacitos.. Me dices cualquier cosa, se te da tan bien hablar, y yo te creo. Me cuidas, me coges de la mano y me dices que todo va a ir bien, luego me cuentas que estás triste y yo te consuelo, y me das las gracias, y me encanta como me miras. Me encanta hacerte rabiar, que te portes como un niño, que me insistas mil veces cuando yo me hago la dura, y que acabe cayendo al final del asalto. Pensaba que a tí también te gustaba todo eso.

Pero era un juego, un juego que no conseguí ver a tiempo, pero no importa, más vale tarde que nunca. Ahora yo te digo que ya lo sé, y que si todo es un juego yo también pienso jugar, así que vale, juguemos, pero juguemos a ganar ya que estamos. Vayamos a por todas, siempre con la sonrisa puesta y a ver quién de los dos se rompe antes, a ver quién cae de la nube y se parte los huesos en menos tiempo. Ahora lo entiendo, todo era demasiado bonito, siempre lo es cuando es mentira, siempre lo es cuando te sientes estúpidamente especial.

Pero hoy el tiempo se ha cambiado, ha venido a visitarme y me ha contado la verdad, así que ya no tienes por qué fingir, podemos seguir con el teatro si quieres, siempre me gustó la interpretación, pero no creas que vas a jugar más solo, ahora estamos en igualdad de condiciones, o al menos cuando se me hayan cerrado las heridas.

En el fondo, cuando pasen muchos años, o muchas vidas de esto, la rabia desaparecerá, y quedarán las palabras bonitas, tantas palabras y tantas miradas, deseando con toda el alma que fueran sinceras, que por lo menos en eso no mintieras.

Me dicen que es un juego, y que hay que jugar o pierdes la partida, así que juguemos, juguemos hasta matarnos, no creo que estemos muy lejos.



Tu sabías que aquello no saldría bien y aún así te metiste de lleno, ahora no hay lugar donde puedas estar suficientemente lejos.

Habrá sido igual con todos los demás que vinieron detrás...

martes, 14 de febrero de 2012

Contra todo pronóstico.

Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así...

Hoy, voy a rebelarme contra todo pronóstico, hoy pienso ser rebelde y feliz. Sí, contra todo tópico de estar triste y sola tal día como hoy, yo me niego rotundamente, nunca he seguido modas, y hoy no iba a ser menos... Ni odio el 14 de febrero ni le doy más importancia de la que se merece, es un día más, un día cualquiera en el que tengo la fantástica posibilidad de mostrar una gran sonrisa.
Voy a sorprender a la gente triste por la calle, regalando una mirada de complicidad, o una sonrisa alegre, un gesto bonito o unas palabras amables... que parece que están en peligro de extinción hoy día. No hay días para estar alegre o triste, no hay momentos oportunos para cada estado de ánimo, simplemente hay emociones, que vienen y se van cuando les da la gana, y por más que intentamos no podemos controlarlas, y cuanto más queremos estar contentos y ser felices, más desdichados parece que somos... La clave puede que esté en aceptarnos tal y como somos, sin querer ser otros, valorando todo lo que valemos en nuestra más autentica faceta.

Si las nubes vienen por la mañana a decirte que se han llevado al sol, sonríe para que vean que su maldad no te afecta, y se irán, y vendrá el sol tarde o temprano... Si la lluvia te quiere obligar a quedarte en casa bajo una manta y viendo películas tristes, niégate, sal a la calle, baila, ríe y diviértete bajo la lluvia. Cuando te muestren la parte oscura de la vida, y se vea todo en gris, sé valiente y busca una paleta para pintar los colores que tú quieras. Demuéstrale a la vida que cualquier día puede ser un gran día, que hoy no hacen falta noticias fantásticas, ni besos de película, ni sorteos de la lotería, en lo más pequeño está lo más mágico, y sólo hacen falta ganas, muchas ganas de vivir.

Rebélate contra toda esa cantidad de mundos oscuros que se ha inventado la sociedad, esos imperativos que nos dicen que seamos de un modo que, quizás, no tenemos ganas de ser, que nos obligan a crearnos un personaje que agrade, que se integre, y nos hacemos un guión que realmente odiamos, y que tenemos que seguir día tras día tras día... Levántate contra todo eso, ríe a carcajadas cuando tengas ganas, abraza en los momentos que así lo sientas, besa cuanto quieras y en el momento que sea, no hay malas ocasiones para eso. Corre, salta, juega, cómete el mundo, que para eso nos lo han puesto.

Si la rutina te aplasta,dile que ya basta de mediocridad,
Hoy puede ser un gran día, date una oportunidad.



Qué ridiculo es callarse cuando quieres decir que estás bien cuando todo va mal...

jueves, 9 de febrero de 2012

Confesiones de invierno.

Por favor, no me pidas explicaciones porque no voy a saber dártelas. No me pidas que defienda mis pobres argumentos, porque ni yo me fio de ellos, porque apenas ellos se aguantan vivos.

Deberías saberlo ya, me conoces lo suficiente como para entender, no con una mirada, sino con un simple suspiro, que estoy perdida y confundida. Pero si me atacas y no paras de tirar a matar, no voy a conseguir encontrarme nunca.

Todos mis ideales están reunidos, casi etéreos, en una palestra flotando, jugándose a pares o nones a ver cuales se quedan y cuales se largan...Porque no caben todos, porque algunos sólo traen heridas. Así que no podré darte razones de lo que siento o de lo que hago, no hasta que lo averigüe yo.

Y ahora puedes venir y culparme de inconsciente, de mala, de cobarde o de hipócrita... todos los juicios ya me dan bastante igual, no me afectan las palabras, he aprendido que son sólo eso, palabras, y que no tengo que dejar que me hieran, no tanto. Me he tenido que hacer mas fuerte por cojones, a base de golpes y caídas, de joderla una y otra vez, de dar oportunidades cuando no debería y de confiar en las personas equivocadas, aún sigo siendo muy débil y como ya te he dicho, no me conozco en absoluto, pero bueno, supongo que cuando aprenda a vivir, ya será la hora de irse de aquí.

Sabes muy bien que a veces intento poner la música alta y no pensar, pero joder, son mucho más fuertes los pensamientos, ya lo creo que lo son, y siempre están allí luchando cabeza y corazón, y siempre con un claro ganador.

Por eso hoy vine a decirte que mis intenciones no son malas, no conozco ese tipo de intenciones, que soy transparente, y que si no consigues verme bien, no es más que lo que yo misma veo de mí. Cuando llegue el día en el que descubra mis razones y mis mas fieles argumentos para ser como soy, tranquila, te lo diré.

Con amor,
M.

Sin ánimo de confundir valentía y temeridad, la gente se hace vieja y se olvida de lo esencial.

domingo, 5 de febrero de 2012

Que vivan las utopías

– Estoy harta de este lugar, no podemos huir? Llévame al lugar donde es un poco menos difícil vivir cada día, donde te ayudan a levantarte en lugar de ponerte la zancadilla para llegar ellos antes, donde las trampas son penadas por la ley, y donde la vida es más valorada que el dinero.

Llévame allá donde juzgar por lo que digan los demás es de cobardes, donde los que están arriba en el poder tiene un ápice de honestidad, al sitio donde los que menos tienen pueden opinar igual que los que más, donde la riqueza se mide en todo lo que tenemos, menos lo material. Allá donde los que mienten están mal vistos, es de valientes llorar, y son dignos de admirar los que hablan de sus sentimientos.

Llévame a ese sitio que me prometen las canciones, a esa utopía que tantos poetas han contado, al sitio de recreo de Antonio Vega, donde se escucha el grito de nuestra generación, y de las anteriores, y de las que acaban de nacer, gritos de esperanza y de ilusión, sin mentiras y sin dobles intenciones. Al sitio donde nunca más tengamos que salir a la calle abrazados a la tristeza, donde los llantos desconsolados no estrangulen las gargantas.

Vayamos juntos al rincón del mundo donde la hipocresía ya se haya extinguido, donde los dictadores sufran cien años de soledad, y los que buscan la libertad no sean perseguidos y exiliados. Donde el odio, el hastío, el pánico y el rencor no sean más que simples argumentos de películas de ciencia ficción. Y donde el miedo sólo sirva para superarnos a nosotros mismos, para dar un paso adelante. Creo que sólo allí podré ser feliz.

– Pero es que no sé donde está ese mundo, no existe…

– Pues vayamos a buscarlo, sé que juntos lo podemos conseguir!

– Si ir juntos es el primer paso, estoy dispuesto a ir a donde sea.


You may say I'm a dreamer , but I'm not the only one.