jueves, 9 de febrero de 2012

Confesiones de invierno.

Por favor, no me pidas explicaciones porque no voy a saber dártelas. No me pidas que defienda mis pobres argumentos, porque ni yo me fio de ellos, porque apenas ellos se aguantan vivos.

Deberías saberlo ya, me conoces lo suficiente como para entender, no con una mirada, sino con un simple suspiro, que estoy perdida y confundida. Pero si me atacas y no paras de tirar a matar, no voy a conseguir encontrarme nunca.

Todos mis ideales están reunidos, casi etéreos, en una palestra flotando, jugándose a pares o nones a ver cuales se quedan y cuales se largan...Porque no caben todos, porque algunos sólo traen heridas. Así que no podré darte razones de lo que siento o de lo que hago, no hasta que lo averigüe yo.

Y ahora puedes venir y culparme de inconsciente, de mala, de cobarde o de hipócrita... todos los juicios ya me dan bastante igual, no me afectan las palabras, he aprendido que son sólo eso, palabras, y que no tengo que dejar que me hieran, no tanto. Me he tenido que hacer mas fuerte por cojones, a base de golpes y caídas, de joderla una y otra vez, de dar oportunidades cuando no debería y de confiar en las personas equivocadas, aún sigo siendo muy débil y como ya te he dicho, no me conozco en absoluto, pero bueno, supongo que cuando aprenda a vivir, ya será la hora de irse de aquí.

Sabes muy bien que a veces intento poner la música alta y no pensar, pero joder, son mucho más fuertes los pensamientos, ya lo creo que lo son, y siempre están allí luchando cabeza y corazón, y siempre con un claro ganador.

Por eso hoy vine a decirte que mis intenciones no son malas, no conozco ese tipo de intenciones, que soy transparente, y que si no consigues verme bien, no es más que lo que yo misma veo de mí. Cuando llegue el día en el que descubra mis razones y mis mas fieles argumentos para ser como soy, tranquila, te lo diré.

Con amor,
M.

Sin ánimo de confundir valentía y temeridad, la gente se hace vieja y se olvida de lo esencial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario