domingo, 27 de enero de 2013

Good guys need a break every once in a while.

Puede que ya sea demasiado tarde para todo, que ya sea tarde para hacerte todas esas preguntas que un día, no hace mucho, soñaba con hacerte mientras pasábamos horas tumbados en la cama, viendo el tiempo correr por nuestras manos juntas.

Quizás ya se haya agotado el tiempo, como en los videojuegos, sí, y ya sea el momento de que salga "game over". Ya no hay el más mínimo espacio en el infinito para contarnos nuestros miedos al oído, ya no hay tiempo para que me cuentes esa historia de cuando eras pequeño, y yo te cuente los dibujos que me volvían loca de niña. Se acabó el tiempo para que pueda preguntarte cuál es tu flor favorita, y ese olor que jamás vas a olvidar, cual ha sido el día más feliz de tu vida, o a qué planeta viajarías si tuviéramos un cohete.

Sí, puede que ya no tenga sentido contarte que uno de los momentos en los que más a gusto me siento es cuando, en invierno, me meto debajo de una manta y puedo sentir el frío en la cara mientras tengo caliente el resto del cuerpo, que me encantan los días de lluvia, las luces de navidad y el olor a ropa recién lavada. Que tengo 50 manías y que lo único que quiero en la vida es encontrar una persona a la que le gusten todas ellas. Que me aburro fácilmente de mi color de pelo, que una de las cosas que me hace sentir mejor es comprar libros, olerlos, leerlos, pero que luego empiezo 5 a la vez y tardo años en acabármelos. Que siempre digo que no me gustan las películas románticas, pero acabo viéndolas, y acabo llorando, y que me gustaría pegarle un tiro al culpable de mi soledad.

Pero aunque sea tarde, y aunque sé que esto nunca va a ser más que unas cuantas palabras perdidas en medio del universo, como todas las promesas sin cumplir que hicimos, como todas las sonrisas a deber que tenemos en la cuenta, tengo derecho a sentirme por unos minutos una niña pequeña y caprichosa, porque creo que he sido bastante fría, he aguantado bastante y me merezco unos momentos de debilidad, de gritar y de llorar, y de decir que necesito un poco de calor, que quiero que me abraces y que me digas que todo va a salir bien, y que sonría ya porque te gusta verme contenta y no llena de dramas.

Que me cuentes un cuento mientras me acaricias el pelo, y nos quedemos dormidos a la vez sin importar cuando nos despertemos, prometernos no anclarnos nunca a la rutina, hacer cada día una cosa que no hayamos hecho nunca, hablar con desconocidos que nos transmitan algo especial, gastar bromas a la gente a la que se le olvidó reír, hacernos cosquillas hasta estar agotados... que vuelvas a ser tú, que yo vuelva a ser yo.

Que por favor, volvamos a conocernos, a presentarnos otra vez, con menos problemas y con más miradas sinceras. Me encantaría volver a conocerte. Hacer todo bonito. Porque nos merecemos algo bonito. Porque los buenos chicos se merecen una tregua de vez en cuando.



el marinero de río, no tiene calor ni frío
la ciudad no tiene puerto
y se siente muy vacío.


  "Because good guys need a break every once in a while."

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