sábado, 14 de julio de 2012

Pero el show debe continuar...

Enamorarse es una palabra que se ha deformado mucho con los años, se quedó en los 60 con la esperanza de paz mundial de los hippies, la sociedad se encargó de dejarla ahí arrinconada... Hoy nadie se preocupa por sentir amor, por amar, todo el mundo está muy preocupado por encontrar el amor de su vida, la media naranja, esa mitad... quieren recibir mucho sin dar nada a cambio. Quieren ser los protagonistas de un drama romántico de hollywood sin mover apenas un dedo...

A lo mejor si no estuvieramos tan preocupados por protagonizar la película perfecta, podríamos empezar a vivir de verdad, podríamos encontrar mil cosas para enamorarnos. ¿Podríamos ser capaces de enamorarnos de una calle, de una ciudad, de un momento, de una sonrisa...? ¿Por qué está tan estereotipado el amor?

Si sales una noche de lluvia por las calles de Madrid, sin ningún rumbo marcado, permaneces en silencio el tiempo suficiente y miras los detalles que nunca antes has mirado, a lo mejor y sólo a lo mejor, consigues enamorarte de algo aunque sea un segundo...

Pero no sé porque creo que alguien intentará buscar un trozo de esa magia especial...

Vivimos días en los que la gente habla mucho y no dice nada, cada vez más medios para comunicarnos, y menos cosas que expresar... no decimos lo que sentimos porque estamos atrapados en la cobardía. Creemos que ser valientes es meternos en una pelea a la puerta de un bar a las 5 de la mañana, claro que sí, somos muy valientes, pero cuando tenemos ganas de llorar y nos sentimos solos en el mundo, nos escondemos en una esquina del baño para que nadie se de cuenta. Nos ahogamos en alcohol para aparentar ser felices, salimos, pasamos noches enteras aparentando ser felices...

Pero el show acaba tarde o temprano, y cuando cae el telón y estamos solos con nosotros mismos, vacíos, agotados de tanto interpretar un papel que no nos gusta, no nos queda más remedio que ser sinceros, cagarnos en todo y en todos los que nos fallaron, querernos un poco a nosotros mismos, puesto que sino.. ¿quién lo va a hacer? Porque los de fuera, los "amigos", al final todos se dan media vuelta cuando hay algo que reparar, se pagan muy caras las palabras de aliento, los mimos y los oídos que nos escuchan, porque escasean a niveles infinitos... Sin embargo sobran los colegas para salir de fiesta, la gente falsa experta en herir o los que te dan la espalda sin ninguna explicación...
Y entonces, al final de un día duro, de esos tristes sín más, en los que sólo necesitamos un abrazo, no encontramos nadie capaz de cuidarnos, nadie que esté dispuesto a querernos de verdad...

Pero caeremos mil y una veces, y siempre siempre lo importante va a ser levantarnos, aun cuando estemos solos ante el peligro, levantarnos, curarnos las heridas si hay tiempo, y seguir... siempre seguir...porque como escribió Brian May para Mercury, the show must go on.

No hay comentarios:

Publicar un comentario